La alimentación de la embarazada
La alimentación es una de las rutinas más importantes a lo largo de toda nuestra vida. Los nutrientes y la energía que aportemos a nuestro cuerpo determinarán nuestra salud, nuestro rendimiento físico y mental, pero también nuestro estado de ánimo y la concepción respecto de nosotros mismos. La centralidad del equilibrio de la dieta es aun mayor en los períodos de embarazo, momento en que el bebé debe alimentarse para crecer fuerte y sano, pero también la madre debe hacerlo para cuidar integralmente su salud.
“Cuidar la salud del niño y su madre en el presente es pensar en el futuro”, comenta la Dra. Carolina Lombardo, responsable médica del área, de Diquecito Health Resort, y agrega: “Por ello es aconsejable que la futura mamá se cuide en su dieta, aportando las vitaminas y minerales precisos, sin engordar de más”.
Algunos de los nutrientes pilares en la dieta de la embarazada deben ser el calcio y el ácido fólico, acompañado como siempre de mucha agua. A través de una dieta equilibrada también ayudaremos a prevenir y combatir los molestos síntomas de los primeros meses.
Consejos: • 1. Para evitar las náuseas, es conveniente comer poco y seguido. De este modo, el estómago no se ve recargado, se evita el reflujo, y se mantiene la cantidad de calorías necesarias para el bebé y la mamá. Este principio ayudará a combatir los vómitos, ya que las pequeñas fracciones son más fácilmente digeridas, y provocan el reflejo.
• 2. Una dieta rica en fibras, abundante agua y jugos de fruta, ayudará a prevenir la constipación propia de los primeros meses de gestación. Además, el agua es el líquido ideal para cualquier persona y aun más para la embarazada. Los jugos, paralelamente, aportarán vitamina C, la que fortalece las defensas de la embarazada.
• 3. El flujo gástrico es otro de los síntomas que acarrea la gestación, por lo que es importante sostener una dieta baja en contenido graso.
• 4. La retención de líquidos, la hinchazón y las piernas cansadas pueden impedirse reduciendo el consumo de sal, lo que también impedirá la aparición de hipertensión.
• 5. El calcio y el fósforo necesario pueden obtenerse de una dieta rica en legumbres, alcaucil, pescado y lácteos.
• 6. Una dieta equilibrada, y rica en hierro evitará la anemia durante el embarazo y luego del parto, enriqueciendo la producción de glóbulos rojos, la oxigenación de las células y en especial del feto.