Las reacciones alérgicas son fenómenos complejos en los que participan distintas células y sustancias inflamatorias que actúan en diferentes tejidos del cuerpo.Pero el proceso de la alergia no sólo depende de la IgE. En la alergia también participan células inflamatorias, principalmente mastocitos, que se encuentran en demasía en la nariz, los ojos, los pulmones y el sistema gastrointestinal. Frente a una segunda exposición a los alérgenos a los que la persona es sensible, estos se unen a la IgE específica, que se acopla a la vez a los mastocitos. Así, se liberan sustancias químicas que median el proceso inflamatorio de la alergia, como la histamina y los leuco-trienos. Estos mediadores de la inflamación son los responsables de los signos y síntomas de la enfermedad alérgica que, de forma característica, comienzan a aparecer dentro de la primera hora de la exposición a la sustancia desencadenante del fenómeno alérgico. Pero la reacción alérgica no termina ahí. Las sustancias químicas liberadas recluían a otras células inflamatorias para que se concentren en el sitio de inflamación, y esto provoca una respuesta inflamatoria aún mayor. El resultado es una exacerbación de los síntomas de la alergia que suele manifestarse dentro" de las 6 a 24 horas posteriores a la exposición al alérgeno.