La piel del hombre y la de la mujer son distintas. Principalmente son tres factores fisiológicos los que las diferencian: el espesor, la firmeza y la secreción sebácea, debido a la mayor cantidad de andrógenos. Los factores que afectan de manera negativa a la piel masculina son la edad, el cansancio y el estrés, la contaminación, la dieta desequilibrada, los problemas de salud, no hacer ejercicio físico, fumar y consumir alcohol. Son los mismos que afectan a la piel femenina, sin embargo, inciden de manera diferente en los hombres.
La rutina aconsejada para cuidar la piel que deben seguir los hombres para mantenerla sana es:
Una buena limpieza facial con productos específicos para el rostro.
Afeitarse depués de la ducha y de limpiar la cara con un producto que prepare el rostro para el afeitado.
Usar un tratamiento después del afeitado que aporte a la piel frescor y calma.
Utilizar tratamientos faciales: hidratantes, nutritivos, antiarrugas, antiedad, contorno de ojos, productos ligeros de fuerte poder hidratante para mejillas y cuello, pero libres de compuestos grasos para no dejar rastros, especialmente para no aumentar el brillo en la zona T, de fácil y rápida aplicación, sin aromas fuertes.
Utilizar productos de protección solar para antes, durante y después del sol.
Ducharse con productos específicos y usar desodorantes después de la ducha.
Utilizar productos para contorno de ojos, a fin de evitar las ojeras y las bolsas.
La clave para tener una piel sana y joven es la constancia. Se puede adoptar una rutina muy simple y rápida, que se debe realizar tanto al levantarse como a la noche, antes de ir a dormir.:
1. Lavar la cara con un jabón neutro, preferiblemente en gel; enjuagar con abundante agua tibia. 2. Tonificar con alguna loción descongestiva. 3. Hidratar con productos ligeros y no grasos.¿Cuáles son los factores que intervienen en el proceso de envejecimiento de la piel? Naturalmente la edad (factor biológico) es uno de ellos; sin embargo no es el único ni el más importante. Los factores ambientales -como la luz del sol, el cilma, el contacto con solventes y detergentes, el aire seco de los sistemas de calefacción, por mencionar algunos- son los que afectan a la firmeza, la elasticidad y la capacidad de regeneración epidérmica. En aquellas zonas de la piel que no están expuestas a la luz, el dañoi se refleja una vez que la persona ha llegado a una edad madura; sin embargo, en las zonas de la piel que sí están expuestas a la luz solar, el daño se nota a edades muy tempranas. Las partes del cuerpo que generalmente están más expuestas al sol son la cara, las manos, el cuello y el área del escote. En estas partes el envejecimiento cútaneo es más evidentes. En la dermis y la hipodermis se producen las afecciones estructurales que definen el proceso biológico del deterioro en la piel tales como la falta de firmeza, palidez, etcétera. Al paso de los años, el metabolismo de las células dérmicas disminuye su ritmo y su consecuencia es que la velocidad para sintetizar el colágeno se vea mermada, afectando directamente la firmeza y la elasticidad de la piel.Envejecimiento endógeno de la piel Son factores endógenos de envejecimiento aquellos que no están dirigidos desde el exterior, como el proceso biológico general. Estos factores son el debilitamiento de la capa de regeneración celular, la disminución de la actividad de la glándulas sebáceas y sudoríparas. Este tipo de envejecimientos está determinado genéticamente; genera cambios en la estructura y el aspecto de la piel, que provocan el trastorno de sus funciones.Envejecimiento exógeno cutáneo Son los factores exógenos los responsables de envejecer la piel prematuramente. El envejecimiento exógeno está dirigido desde el exterior y puede ser minimizado con los cuidados permanentes. Algunos factores son: la radiación ultravioleta (UV) y los radicales libres; el tabaco y el alcohol y las influencias ambientales y climáticas. Las señales del envejecimiento cutáneo se comienza a manifestar a partir de los 40 años de edad, pero no están necesariamente relacionadas con el proceso general de envejecimiento, pues dependen, en gran medida, de los factores externos que han actuado de forma constante en la piel. Cuando la piel se expone de manera intensa y permanente a la luz del sol, tiende a envejecer prematuramente. Estos efectos estan acentuados en personas con piel clara, zonas descubiertas de la piel (cara, nuca, manos y antebrazos), y en personas expuestas constantemente a una acción más intensa de la luz solar. La radiación UV -que actúa por periodos prolongados sobre la piel- provoca alteraciones degenerativas crónicas. Los signos de envejecimiento se desarrollan prematuramente y su magnitud está relacionada directamente con la intensidad y la duración de la exposición a la luz y el grado de sensibilidad de la piel. Cuando la piel está cubierta, puede regenerar por si misma el estrato epidérmico basal con células nuevas, a diferencia de la piel que está constantemente expuesta a la luz del sol, pues, en este caso, la radiación es tan intensa que la piel no alcanza a reparar todos los trastornos que los rayos UV le ocasionan.Cómo elegir una crema antiedad La piel es el órgano del cuerpo humano de mayor tamaño. Actúa como barrera protectora que aísla el organismo del medio que la rodea, lo protege y contribuye a la integridad de sus estructuras. Al mismo tiempo actúa como sistema de comunicación con el entorno. En el proceso envejecimiento, las proteínas que forman el tejido colágeno de la piel sufren cambios bioquímicos, varía el patrón normal del tejido colágeno (flexible y bien hidratado), para pasar a la formación de arrugas, sequdad de la piel, falta de elasticidad y piel delgada, típico de la piel dañada y envejecida. La degeneración del tejido colágeno involucra también a la elastina, la reticulina y otros componentes de ese tejido, como los mucopolisacáridos. Una crema antiedad debe contener, al menos, algunos de estos componentes: " Colágeno: la aplicación de colágeno a la piel ayuda a restaurarla producción de nuevo del colágeno y la regeneración de las células. " Elastina: es la proteína responsable de impartir elasticidad y tonicidad a la piel. Utilizada para retrasar y prevenir el envejecimiento. " Vitamina E: posee acción antioxidante, mediante la cual protege a los tejidos y las células de los efectos nocivos del medio ambiente y de los procesos metabólicos naturales. También mantiene la flexibilidad, contribuyendo a prevenir el envejecimiento. Disminuye los daños causados por los rayos UV. Reduce las arrugas y mejora la textura de la piel. " Vitamina C: los compuestos ahora llamados "éster-C" penetran más fácilmente la piel y ofrecen máxima protección contra los radicales libres, los procesos inflamatorios de la piel -como las quemaduras producidas por el sol- y ayudan, en gran medida, a hacer desaparecer las arrugas de la piel producidad por daño solar; también beneficia a la piel que está perdiendo el tono (por pérdida o daño del tejido colágeno). " Ácido alfa hidroxi: derivado de azúcares naturales de frutas (ácido cítrico y málico), leche (ácido láctico) y caña de azúcar (ácido glicólico). Ayuda a la regeneración del tejido colágeno de la piel, porque exfolia las células muertas de la superficie. Algunas personas pueden sufrir una reacción alérgica y presentar sensibilidad al sol. " Ácido beta hidroxi: exfolia la piel y ayuda a regenerar el tejido colágeno de la piel envejecida. Se utiliza para el tratamiento de variados de problemas de la piel, como el acné, la psoriasis y la seborrea. " Matrixyl: por su combinación única de péptidos miméticos, Matrixyl actúa de forma específica, reparando la matriz dérmica, suavizando las arrugas de expresión y contribuyendo a que la piel adquiera un aspecto más terso, elástico y joven, reduciendo los signos de envejecimiento y cansancio: bolsas, ojeras, desvitalización e irritación. " Aloe vera: por su acción antiinflamatoria favorece la disminución de las líneas de expresión y cansancio que aparecen en la fina piel del contorno de los ojos. " Extracto de manzanilla: posee acción calmante, descongestiva y refrescante, devolviéndole a la piel su aspecto relajado. " Ácido hialurónico: de acción local, que facilita la corrección de arrugas, pliegues y surcos faciales. Por Dra. Marina Ostinelli MN:15087 Farmaceútica