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Consejos para el verano : Pieles sanas con hidratación, anti oxidantes y filtros solares


La hidratación diaria   El equilibrio entre el agua que el organismo recibe desde el interior y la que se evapora a través de la piel, permite que esta última se mantenga normalmente hidratada.  La piel posee un control fisiológico de su agua. A causa de factores externos como la exposición solar, el friío, los cambios bruscos de temperatura o el uso de productos inadecuados, el agua se evapora excesivamente y este equilibrio se rompe; por lo tanto, la piel se deshidrata y se produce el efecto de la piel seca. Humectación e hidratación son 2 mecanismos complementarios.  La humectación está dada por factores externos como los cosméticos, que al fijarse a la piel retienen el agua para evitar que se evapore.  La hidratación, consiste en lograr que el agua que han retenido se mantenga más tiempo.   Hidratación por 8 horas   Este producto no solamente mejora la belleza de la piel, sino que además mejora su función.  Sus moléculas se organizan para formar una capa superficial que mantiene el agua fijada a la piel por más tiempo. Durante los últimos años se ha trabajado mucho en lo que se llama “función de barrera de la piel”; y se ha visto que entre las diferentes formas que tienen para desarrollar esta función, una piel bien hidratada es una barrera más eficiente.   Importancia de la fotoprotección   La piel cumple también una función de barrera contra las radiaciones ultravioletas A y B.  Durante el día es necesario proteger la piel de las radiaciones solares; la incorporación de ambos filtros en un mismo producto abre un espectro amplio de protección a ambos tipos de radiación.  Los dos filtros no sólo se complementan y se estabilizan mutuamente, sino que aumentan la duración del factor de protección. El factor de protección 15 es un factor establecido internacionalmente como un buen nivel de protección que ayuda a mantener las condiciones básicas de protección de la piel.   También en invierno   El sol irradia tanto en invierno como en verano, las personas que son muy blancas o que tienen la piel muy delicada (tipo 1 ó 2), quienes presentan enfermedades en la piel o tienen antecedentes de enfermedad, deben proteger la piel del sol durante todo el año.  Es muy difícil adoptar la rutina de la protección solar en el invierno, es por esto que la incorporación de filtros solares n un producto de uso diario, que además es emoliente, humectante e hidratante, genera el hábido del uso y al mismo actúa como un preventivo. Es decir que ayuda a prevenir un daño futuro o una posible enfermedad cutánea producida por la radiación solar.   Antioxidante   En los últimos años se ha intensificado el estudio sobre los radicales libres y sobre el daño oxidativo (inducido por la polución, por productos agresivos que podemos colocar sobre la piel, por la radiación ultravioleta, etc.).  Los radicales libres son generadores de enfermedad y destructores directos de la piel.  Cada célula e la piel (en el área que está expuesta), está rodeada de una membrana que tiene en su interior tocoferol, que es un antioxidante biológico propio de la piel.  Cuando la piel se  expone en exceso a estos factores agresivos, genera radicales libres que consumen los tocoferoles propios de la piel, por lo que esta última queda indefensa.  La incorporación en este producto del acetato de toco ferol es un refuerzo del sistema antioxidante fisiológico natural de la piel.  La molécula de tocoferol incorporada en el producto se une a la que es natural de la piel  refuerza la barrera antioxidante de la piel.   Graciala Cuomo Médica Dermatóloga Asesora del sector de Dermatología Estética del Servicio de Dermatología del Hospital Italiano de Buenos Aires.